El País que nos espera

El País que nos espera

Por: David Rosales, Guatemala

Nuestras historias son los actos que nos definen y construyen, esas experiencias pasadas que van dejando huellas y cicatrices y que a su modo, construyen el camino que nos llevan al presente; esas historias tan diversas, tan compuestas por muchas otras, son las que debemos de tomar en consideración hoy para abordar ciertas dinámicas que suceden en varias partes del mundo y especialmente en Guatemala un lugar tan pequeño, un país con una historia democrática reciente, sobreviviente de una guerra cruel y dolorosa, una guerra que aún hoy en día va abriendo heridas que no logran cerrarse.

Parte de esas dinámicas que debemos de tomar en consideración en nuestros contextos actuales son aquellas mecánicas vinculadas a los Derechos Humanos y Derechos Fundamentales de las y los guatemaltecos, mismas que se han visto sumamente comprometidas durante el actual gobierno, desde el creciente índice de asesinatos y persecución contra defensores de Derechos Humanos, la poca voluntad política e institucional de velar por la defensa de los DDHH, las crecientes iniciativas de ley inconstitucionales y contraconvencionales que plantean escenarios jurídicos restrictivos, hasta las graves violaciones a Derechos Humanos que han marcado estos últimos años, como el caso del Hogar Seguro “Virgen de la Asunción”.

Si buscamos aproximarnos de manera rigurosa al análisis de los Derechos Humanos y el panorama futuro que aguardan a Guatemala debemos de hacer una retrospectiva de las recientes dinámicas que han venido presentándose, ocupándonos de entender las causales que amenazan el funcionamiento de los Derechos Humanos; por una parte, la cuestión de su elucidación conceptual que han planteado determinados actores legislativos, que han construido argumentos en donde los discursos sociales amparados en la progresividad de los Derechos Humanos son herramientas de ruptura social, instrumentos que buscan desestabilizar el ordenamiento jurídico a través de la imposición de un pensamiento extranjero que atenta contra los valores tradicionales guatemaltecos así como la soberanía del país.

En ese mismo sentido surge el siguiente problema, en lo relativo a la fundamentación epistemológica así como de la lógica deóntica de estos propios procesos que atentan contra los DDHH; tales disposiciones reflejan la ausencia de mecanismos investigativos así como políticas transversales en Derechos Humanos que permitan tener indicadores coherentes que justifiquen la necesidad de adoptar estos criterios, por el contrario, ha quedado expuesta la voluntad casi inexistente por parte del organismo ejecutivo a razón del cumplimiento de sus obligaciones positivas así como negativas.

La Democracia Plena y Verdadera.

Proyectos como lo es la Iniciativa 5272, una proyecto completamente inconstitucional, que vulnera lo establecido en el artículo 44 1  de la Constitución Política de Guatemala, así como lo establecido en instrumentos internacionales en materia de DDHH, iniciativa que busca imponer medidas punitivas más graves a mujeres que cometan aborto aunque sea accidental, que plantean la prohibición del matrimonio igualitario, restricción de la educación sexual en el sistema educativo público y el planteamiento una visión hegemónica de la familia; demuestran una ignorancia grave que incurre en la difusión de discursos discriminatorios, de odio y de criminalización a situaciones que ya han sido superadas por democracias modernas.

De la misma forma las Reformas a la Ley de Reconciliación Nacional para que militares encarcelados o aquellos que se encuentren enfrentando procesos penales por su participación en graves violaciones a Derechos Humanos durante la época del conflicto armado interno puedan quedar libres a través de una amnistía, situaciones completamente incompatibles con la Convención Americana de Derechos Humanos.

Aunado a situaciones en donde el Estado de Guatemala no ha manifestado dar un seguimiento a las vulneraciones a Derechos Humanos de sus habitantes, exponiendo a la tragedia, sufrimiento y muerte a los más vulnerables, casos como el de las niñas del Hogar Virgen de la Asunción, así como las trágicas muertes de niños y jóvenes migrantes que han muerto en custodia de Estados Unidos o asesinados por la Patrulla Fronteriza, los casi 900 ataques directos e indirectos a Defensores de Derechos Humanos y los 39 asesinatos contra activistas que han sido documentados en el Informe de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Todas estas situaciones son fundamentales de entender en el panorama político actual, en menos de treinta días se celebrarán elecciones democráticas para escoger Presidente, Diputados al Congreso, Diputados al Parlamento Centroamericano, así como a las Corporaciones Municipales de los diferentes municipios, situación que será decisiva para la progresividad de los DDHH.

Es necesario que los compromisos que tendrán las futuras autoridades del país en relación a temas de Derechos Humanos sean motivadas por la construcción de un Estado de Derecho real, una democracia plena y verdadera, que en palabras del ex juez de la Corte IDH Dr. Sergio García Ramírez, “es aquella que va más allá de lo político, entendiéndose como un sistema de vida fundado en el mejoramiento constante del pueblo”.

Porque donde prevalece la democracia plena, florecen los Derechos Humanos.


1Artículo 44.- Derechos inherentes a la persona humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana. El interés social prevalece sobre el interés particular